sábado, 1 de agosto de 2015

MÁS QUE UNA ROSA



MÁS QUE UNA ROSA

No sé si fui  en alguna ocasión
más que una rosa para ti;
tal vez sí o tal vez no,
no puedo más, dímelo.

Cada día que pasa
me marchito de tanta angustia.

Mis hojas, que en rededor del tallo
dibujaban una escalera de caracol,
no dejan  de caerse precipitadamente
porque tú no estás, mi amor.

Antes, las yemas de tus dedos
acariciaban mi cuerpo,
pero las espinas que tengo
debieron asustarte,
dejaste que me cayera lento
y nada de esto evitaste.

El corazón de mi flor
se está haciendo pedazos,
pronto sólo quedarán recuerdos, 
de que me tuviste en tus manos.

Te enamoraste de mis pétalos
que formaban mi exuberante corola,
separaste todos mis sépalos,
y bebiste de mi cáliz
traicionando mi honra.

Acabaste con  mi honor,
¿por qué me  usaste?
desgastaste "todo mi yo",
para luego así...
¿tirarme?

Esta rosa desconsolada
murió entre tus afiladas garras,
no supiste como quererme
nunca me valoraste nada;
ahora tan sólo queda de mí
esta pobre flor que se marchita,
porque a pesar de todo,
extraño hasta tu sonrisa...

                                  Fátima Rojo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario